JUMILLA

Situación geográfica, clima e historia

Jumilla, municipio con casi 25.500 habitantes y una extensión de 972 km2, se encuentra al Nordeste de la Región de Murcia formando parte de la Comarca del Altiplano. Limita al norte con los términos municipales de Fuente Álamo y Montealegre del Castillo; al sur con Abarán, Cieza y Fortuna; al Este con Abanilla, Pinoso y Yecla y al Oeste con Albatana, Ontur y Hellín.

Jumilla está situada a 500 metros sobre el nivel del mar. La altura media del municipio oscila entre 200 y 600 metros, alcanzando su altura máxima en la Sierra del Carche con 1372 metros.

La población se encuentra en su mayoría agrupada en el casco urbano de la ciudad y solamente una parte pequeña  de la misma se encuentra en los núcleos apartados de población, que forman parte del municipio: La Alquería, Fuente del Pino, El Carche, La Raja, La Zarza, Las Encebras, La Cañada del Trigo, Torre del Rico, La Estacada y Román.

El clima de Jumilla es de tipo continental influenciado por la cercanía del mediterráneo. Es un clima soleado y árido, con unas 3.000 horas de sol al año, y de escasas lluvias, unos 300 litros por metro cuadrado anuales, siendo el régimen de estas lluvias muy irregular, y a veces torrenciales. La temperatura media anual es de 16º, con inviernos fríos que alcanzan temperaturas bajo cero y veranos calurosos donde se superan los 40º.

El yacimiento más antiguo que conocemos en las cercanías de Jumilla se remonta al Paleolítico Inferior, encontrándose también al sur de la población yacimientos Epipaleolíticos y Neolíticos en el paraje denominado El Prado, donde aparecieron pepitas de uva cultivadas, con una antigüedad de 5.000 años.

Es ya en la época ibérica donde destaca el poblado contestano de Coimbra del Barranco Ancho considerado como el primer núcleo urbano de la comarca, destruido por los romanos a principios del siglo II a.C, del que conservamos un rico legado en el Museo Arqueológico, representado principalmente por el cipo funerario de los Jinetes.

La llegada de los romanos a nuestro Comarca dio origen a la construcción de las “villas” que tan importantes retos nos han legado, como los magníficos mosaicos pertenecientes a la Villa de los Cipreses, del siglo IV d.C.; de época romana es el panteón conocido como El Casón, monumento paleocristiano del siglo V, y la estructura de bronce “Hipnos” y que actualmente se conserva en el Museo Nacional de Berlín.

De los árabes recibimos el nombre actual de Jumilla (La Fuerza del Vino) ocupando lo alto del monte del Castillo.

Castillo de Jumilla Autor Cayetano Herrero

El Castillo  se alza dominante sobre la ciudad de Jumilla. Autor Cayetano Herrero

En 1241, Jumilla es conquistada por D. Alfonso X, el Sabio, siendo una de las primeras zonas en las que se inicia la reconquista del antiguo reino de Murcia. Una vez dueño y señor de Murcia, Alfonso X visitó las ciudades y villas dotándolas de magistrados para su gobierno y defensa. En Jumilla donó en 1280 una imagen de Nuestra Señora de Gracia, esta imagen fue titular de la primera iglesia jumillana, estando al pie de la fortaleza del castillo.

Jumilla se incorpora a la Corona de Aragón a consecuencia de los problemas sucesorios creados tras la muerte de Alfonso X, entre las coronas de Castilla y Aragón.

Es precisamente bajo la dominación aragonesa cuando se elabora el primer documento histórico dedicado íntegramente a Jumilla, “la carta de amojonamiento del término de Jumilla” en el año 1327.

En el año 1445, Jumilla pasó a formar parte del señorío de los Villena, de quien dependería hasta su extinción por los Cortes de Cádiz en el siglo XIX. Los Marqueses de Villena siempre favorecerían a Jumilla con construcciones civiles, como el Castillo en 1461 y las religiosas con la construcción de la iglesia mayor de Santiago.

El 17 de julio de 1911 el rey Alfonso XIII distingue a Jumilla como ciudad y a su Ayuntamiento le concede el título de excelentísimo.

La economía de Jumilla

Cepa vieja de variedad autóctona , Monastrell.- Autor Luis A. Tomás Navarro

Cepa vieja de variedad autóctona , Monastrell.- Autor Luis A. Tomás Navarro

La actividad básica de Jumilla ha sido y sigue siendo la agricultura, con el viñedo como cultivo estrella; la tradición vinícola en la comarca jumillana se remonta al Calcolítico. Los griegos y los romanos  eran grandes consumidores de vino y dieron un gran empuje a su producción. En el siglo XVII se empieza a dar relevancia a la producción de vino, quedando constancia en los diezmos. Pero fue a mediados del siglo XIX cuando la plaga de la filoxera castiga amplios territorios europeos, sobre todo Francia; lo que motivó el despegue espectacular de la economía vitícola jumillana, con el aumento de las plantaciones de vid y un incremento significativo de las exportaciones de mosto al país vecino, lo que enriquecerá la sector agrario local.

A comienzos del siglo XX entra en crisis, aunque se investiga para mejorar las vides apareciendo la variedad de monastrell. Es a partir de los años 50 cuando se produce el verdadero resurgir del sector vinícola. En 1966 se crea el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de los vinos de Jumilla. En actualidad, la marca “Jumilla es conocida en todo el mundo por su calidad y reconocida con premios en infinidad de certámenes.

La cultura del vino recorre la cuenca mediterránea, el clima cálido de la zona ha hecho de ésta, un lugar privilegiado ancestralmente para su producción.

Dentro de este contexto vitivinícola, tienen un espacio vital las bodegas ya que actúan como plataforma potencial para el desarrollo de actividades de ocio alternativas y aportan un valor añadido a las zonas vitícolas, dado  que existe una intensa vinculación entre el turismo enológico y otro tipo de turismo, que se está viendo reflejado en la creciente demanda del enoturismo a través de la gestión de la  Ruta del Vino de Jumilla en la que se han asociado para tal efecto, el Ayuntamiento de Jumilla, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jumilla, bodegas, restaurantes, comercios especializados y agencias de viajes.

(…), para conservar la salud y cobrarla si se pierde, conviene alargar en todo y en todas maneras el uso del beber vino, por ser, con moderación, el mejor vehículo del alimento y la más eficaz medicina (…)»

Don Francisco de Quevedo y Villegas

 «El vino es una cosa maravillosamente apropiada para el hombre si, en tanto
en la salud como en la enfermedad, se administra con tino y justa medida.»

Hipócrates (460 – 377 a.C.)

«Viva el buen vino, que es el gran camarada para el camino.»

Pío Baroja

«El vino abre las puertas con asombro y en el refugio de los meses vuelca su cuerpo
de empapadas alas rojas.»

Pablo Neruda (1904-1973)

Otro sector importante de la economía en Jumilla, son otras plantaciones secundarias como el olivar, almendros y por supuesto los frutales (albaricoques, melocotoneros, ciruelas), y en especial, la pera Ercolini, con Denominación de Origen Protegida «Pera de Jumilla«. En segundo lugar destaca la industria, sobre todo la derivada de la extracción de áridos, sal y construcción, así como la comercialización de fruta y lácteos.

Cabe mencionar, la explotación ganadera caprina por su aprovechamiento en la producción de leche con destino a la elaboración de queso fresco en las queserías de Jumilla, además de la venta de leche fresca.

La ciudad de Jumilla y su entorno

En el medio urbano de Jumilla existen diversas zonas verdes, como las laderas del Monte del Castillo, el jardín del Rey Don Pedro, el jardín de la Plaza de la Glorieta, el jardín de la Plaza del Rollo, más conocido como «Jardín del Caracol», el jardín de la Plaza de la Constitución o «Jardín de las Ranas» o el paseo del Poeta Lorenzo Guardiola.

CARRETERA COMARCAL 3314 (CTA. DE CIEZA).Jumilla

CARRETERA COMARCAL 3314 (CTA. DE CIEZA).Jumilla

Mención aparte merece el Jardín Botánico de la Estacada. Fue realizado por el I.R.Y.D.A. como zona verde del Poblado de Colonización del mismo nombre. Se encuentra al Oeste de la carretera comarcal 3314 Carretera de Cieza, un kilómetro al Sur del casco urbano, y tiene una superficie de 19.547 m². Un acertado diseño de tipo natural o paisajista, unido a la excelente calidad del suelo, ha hecho posible un rápido crecimiento de las especies y lo ha convertido en uno de los más visitados de la Región, destacando sobre todo, por sus magníficos ejemplares de coníferas. Actualmente cuenta con más de 150 especies ornamentales de árboles, arbustos y vivaces y otras tantas típicas de la flora autóctona, no solo del término municipal de Jumilla, sino del Sureste español y resto de la Península Ibérica.

En su amplio término municipal, Jumilla dispone de diversos espacios protegidos, tales como la Sierra del Buey (declarada LIC), las Minas de la Celia (declarada también LIC) o el Parque Regional de la Sierra del Carche y una porción del Parque Regional de la Sierra de la Pila. También destaca la Sierra de Santa Ana, donde se encuentra el Monasterio franciscano del mismo nombre.

Dentro del núcleo urbano, encontramos el Ayuntamiento erigido en los antiguos solares donde se construyó la Ermita del

Patio del Ayuntamiento- Autor Jacobo Herrero

Patio del Ayuntamiento- Autor Jacobo Herrero

Santo Espíritu y posterior Hospital homónimo, el edificio y su uso actual datan de mediados del siglo XIX. El edificio ha sufrido varias remodelaciones, entre las que destaca la realizada en 1984, con la incorporación de un gran balcón de forja en su fachada principal.

Existe un gran número de lugares de interés turístico para visitar en el municipio: entre el conjunto Histórico-Artístico encontramos, el Teatro Vico denominado así como homenaje al actor del siglo XIX Antonio Vico, se construyó en torno a 1883, bajo la supervisión del arquitecto Justo Millán, que crea dentro de su conocida estética ecléctica, una obra muy conocida tanto de su interior como en su exterior a la que realizara para Teatro Romea de Murcia. A poco pasos del teatro nos encontramos con la Casa Modernista conocida por popularmente como “Casa de Dª Pepita”, se construyó en torno a 1911 bajo el proyecto del arquitecto catalán, Joan Alsina i Arùs, discípulo de Gaudí. Cabe destacar su imponente

mirador de forja que preside la esquina en su piso nobile, de estilo neogótico-gaudiano. Otras casas solariegas de Jumilla que representan una especial riqueza,  son la Casa Honda, del siglo XVI, conserva espectaculares molduras y techumbres; o la antigua Casa de los Pérez de los Cobos con sorprendentes galerías que conducen en la parte más subterránea a una bodega recientemente restaurada, en la que se hallaba una antiguo pozo de nieve.

Siguiendo nuestra andadura hasta la plaza de la Constitución, en las inmediaciones del Jardín de las

Goliath procus macho - Autor Paco Lencina

Goliath procus macho – Autor Paco Lencina

Ranas, nos encontramos con la sede del Museo Municipal “Jerónimo Molina” tras las obras de ampliación del Museo en 2007, el edificio queda repartido en una planta Sótano, donde se instala la Sala de Conferencias y Exposiciones, la planta baja dedicada íntegramente a la Geología, la planta primera dedicada por entero a la Etnografía, y la planta segunda que alberga una colección de mariposas de más de 6.000 ejemplares.

Entre callejuelas llegamos a la Plaza de Arriba que es el corazón de la Jumilla renacentista, encontramos tres edificios que hablan de su historia, la ermita de San José hoy edificio auxiliar del museo, de reducidas dimensiones data de principios del siglo XVIII y pertenece al denominado barroco murciano, la portada representa un mascarón con ríos de lágrimas terminados en motivos vegetales.

El Palacio del Concejo y Lonja fue construido a mediados del siglo XVI dentro de la estética clasicista por Julián de Alamíquez para albergar el concejo y lonja de la villa, estamos ante uno de los pocos edificios renacentistas de carácter civil, de toda la Región de Murcia.

También encontramos presidiendo esta plaza, la Sección Arqueológica del Museo “Jerónimo Molina” que cuenta con
una rica y variada colección de materiales de yacimientos excavados, resaltamos el Cipo funerario de los Jinetes del mundo ibérico encontrado en el yacimiento de Coimbra del Barranco Ancho o el rico mosaico hallado en la villa de los Cipreses.

Otro de los monumentos para visitar es La Iglesia de El Salvador comparte su estilo entre el estilo neoclásico y el barroco

murciano, fue construida en el solar de la ermita de Nuestra Señora de Loreto, abriéndose al culto en 1791, este templo alberga
la venerada imagen del Cristo de la Salud del siglo XVIII. Se trata de un templo de tres naves, la central es más alta que las laterales, y el crucero coronado por una cúpula de media naranja revestido con tejas vidriadas blancas y azules. El retablo mayor es un “trampantojo” pintado sobre un telón, ya que Carlos III prohibió la construcción de retablos de madera.

Iglesia de Santiago, monumento nacional desde 1931.

Iglesia de Santiago, a vista de pájaro.

Otro templo para ser visitado, es la Iglesia Mayor de Santiago, cabe destacar la capilla-museo del Santísimo Sepulcro donde podemos admirar el Cristo Yacente y Jesús Resucitado, ambas son obras de José Blanes, junto a San Juan, el Cristo de la Sentencia, Jesús Prendido y la Virgen de la Esperanza. Repartidas por el templo podemos admirar otras imágenes expuestas al culto y que son procesionadas en Semana Santa. Fue declarada Monumento Nacional desde 1931. Presenta una diversidad de estilos: renacentista, gótico, neoclásico, etc….

 El Castillo de la ciudad del siglo XV, es una fortaleza medieval sobre ruinas romanas y árabes,  que se alza dominante sobre Jumilla. Persisten en el conjunto fortificaciones que se remontan a la segunda Edad del Bronce.

La construcción actual se debe a Juan Pacheco, Marqués de Villena, quién levantó la fortaleza sobre ruinas musulmanas en 1461, con tres plantas, sótano y terraza. Rubricó tal empeño con la inclusión de un escudo de armas.